La violencia contra las mujeres y niñas se manifiesta de muchas formas y empeora en tiempos de conflicto y crisis. Las sobrevivientes de la violencia de género merecen contar con servicios y ayuda de alta calidad. Poder acceder de inmediato a atención médica vital y a servicios de apoyo psicosocial, incluyendo servicios de gestión de casos de violencia de género, es un factor crucial para las mujeres y niñas en su proceso de recuperación y curación.
La violencia contra las mujeres y niñas es un problema de protección que pone sus vidas en peligro y que se debe abordar desde las primeras fases de la respuesta a una emergencia. Este breve modelo de respuesta de emergencia y conjunto de herramientas de formación ha sido elaborado por el Comité Internacional de Rescate para orientar a los agentes locales en la respuesta.
La gestión de casos de VG es un método estructurado para proporcionar ayuda a la sobreviviente e informarle sobre todas las opciones que tiene a su disposición; asimismo, en la gestión de casos se identifican los factores y problemas que enfrenta la sobreviviente y se les da seguimiento de manera coordinada, proporcionándole apoyo emocional a lo largo de todo el proceso.
El kit de herramientas Women Rise de apoyo psicosocial contra la VG busca llenar un vacío general en las directrices para los profesionales que trabajan en el ámbito de la violencia de género (VG) y que facilitan sesiones de apoyo grupal con mujeres en situación de riesgo y con mujeres sobrevivientes de la VG. Esta guía proporciona un marco de salud mental y apoyo psicosocial (SMAPS) especializado en violencia de género y enfocado en las mujeres y las niñas, resalta el valor diferencial de este tipo de programas y ofrece orientaciones y herramientas detalladas para implementar intervenciones de SMAPS en situaciones críticas relacionadas con la VG.
Aunque la violencia contra las mujeres ha sido reconocida como un problema de salud pública y de atención hospitalaria de primer orden, aún hay muchos países sin políticas de salud específicas en este ámbito. El sistema sanitario y los proveedores de atención médica desempeñan un papel fundamental a la hora de proporcionar una atención competente y compasiva, así como en la documentación, remisión y seguimiento de los casos. Por ello, se deben ofrecer e incluir servicios de salud sexual y reproductiva y de respuesta a la violencia de género para brindar una atención integral y coordinada.
Los cuidados, tratamientos y servicios de atención a menores sobrevivientes de abuso sexual en contextos humanitarios requieren conocimientos técnicos especializados y una labor de coordinación entre los sectores implicados. Los menores sobrevivientes precisan cuidados y tratamientos acordes con la edad, el contexto cultural, los síntomas que presentan y el tipo específico de abuso del que han sido víctimas
Los Estándares mínimos interagenciales para programas contra la violencia de género establecen un enfoque feminista interseccional para identificar de forma activa las barreras y obstáculos y eliminarlos, con el fin de apoyar la participación significativa de las mujeres y las niñas, en toda su diversidad, y su acceso a los servicios de respuesta a la violencia de género.
La prestación de servicios móviles y remotos para responder a la VG obedece a la naturaleza cambiante que caracteriza al fenómeno del desplazamiento. La comunidad humanitaria ha tenido que desarrollar modelos de prestación de servicios móviles y remotos contra la violencia de género que sean replicables, ampliables y de calidad, y que estén diseñados para responder a las necesidades de las sobrevivientes de la VG de poblaciones vulnerables, en situación de desplazamiento y que viven fuera de los campamentos en entornos urbanos y rurales